Yo entiendo que gente que trabaja en los organismos públicos de radio y televisión, se entusiasme con la TV digital. Están encargados de llevar adelante el traspaso a la nueva tecnología, y está claro que ésta es una mejora con respecto a la tecnología analógica (más canales, posibilidad de cierta interactividad). También entiendo que la TV digital es algo inevitable, determinado por la "industria global", y que está bien que el Estado se haga cargo de garantizar la libertad en algo que, de una forma u otra, va a determinar la vida de todos.
Si la gente de RTA se limitara a decir esto, no me molestaría. El problema es cuando, a través de textos que rebosan de un estilo propio de los documentales malos sobre la historia de la computación, nos quieren convencer de las mil y una maravillas de la TV digital.
Insisto con que es muy poco razonable el salto a una tecnología que, ya antes de nacer, es casi obsoleta con respecto a Internet. Sigo insistiendo: si queremos una "TV para todos", mejoremos la velocidad de acceso a Internet, démosle a todos la posibilidad de acceder a ella y garanticemos la neutralidad de la red. Así vamos a tener una plataforma de TV socialmente más justa, económicamente más razonable, y, de paso, nos vamos a dar cuenta de que no sólo hay TV para todos, sino también "Diarios para todos", "Radio para todos", "Libros para todos"...
Cuando leo sobre estos cambios que se avecinan por lo general me pierdo con los tecnicismos y termino por no entender del todo de qué me hablan. A pesar de eso, intentando pensar "por la mía" ya conjeturaba algo (menos elaborado pero) de similar contenido a lo que explicás acá. Este post me hace sentir menos solo.
ResponderEliminarIgual, no hace falta saber demasiado la parte técnica. Básicamente, la TV digital abierta es como Directiví pero de aire.
ResponderEliminarAh, y conste que cuando escribí esto no existía todavía Cuevana.
Abrazo